"Porque os celo con celo de
Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen
pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva,
vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo." 2 Corintios 11:2-3
Si
pudieramos pensar en lo mas preciado que Dios nos ha dado creo que podríamos
considerar tres cosas (entre muchas otras ciertamente)
Tenemos
a Cristo, poder y sabiduría de Dios.
Tenemos
la gracia que él nos dio, y por ella el
privilegio de ser llamados hijos de Dios. Cuanto debemos valorar esto.
Tenemos
la palabra de Dios, Cristo mismo es la
palabra viviente de Dios.
Pablo
dice: "Porque os celo con celo de Dios…"
Este "celo" no tiene nada que ver con ira, rabia,
rencor o resentimiento. El celo, bíblicamente hablando, es un anhelo por la presencia de Dios provocado
por el Espíritu Santo, en la Biblia vemos
claros ejemplos de quienes experimentaron el celo de Dios. David
escribió: "Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí." (Salmo
69:9) Elías dijo: "He sentido un vivo celo por Jehová Dios
de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado
tus altares, y han matado a espada a tus profetas…" (1 Reyes 19:14)
en el Nuevo Testamento además de Pablo,
el propio Jesús, Juan escribe: "Entonces se acordaron sus discípulos que está
escrito: El celo de tu casa me consume. " (Juan 2:17)
Este
celo nos hace aborrecer todo aquello que no da, o que le quita el lugar
preeminente a la presencia de Dios.
Desposados con Cristo
"os he desposado…" (2 Corintios
11:2)
Desposar en tiempos bíblicos, era un compromiso
público entre novios, ellos quedaban comprometidos de palabra durante un año,
cumplido este, se casaban.
El deseo de Pablo al
escribir a la iglesia de Corinto era que el amor de la iglesia fuera sólo para
Cristo, así como una virgen pura afirma su amor a un solo hombre. Por «virgen»
podemos entender a una iglesia que no ha sido afectada por las falsas doctrinas,
que se ha mantenido pura en el tiempo.
La devoción de los
corintios a Cristo era amenazada por las falsas enseñanzas. Por esta razón
Pablo les muestra que debían seguir y amar a Cristo, puesto que muchos podían
desviarse del evangelio, obedeciendo a sus sentidos. Así como Eva escuchó a la
serpiente y cedió a la tentación, también nosotros podemos vernos tentados por
Satanás, nuestros sentidos pueden llevarnos a desobedecer los mandamientos de
Dios.
Hoy nosotros somos
esa iglesia "desposada" y
tenemos que tener ese compromiso público, comprometernos como una novia a su
novio, como iglesia debemos identificarnos con Cristo. Ser una virgen pura,
debemos vivir en santidad, pureza y honor.
En el cielo
tendremos una maravillosa boda, las "Bodas del Cordero" ¿Quiere usted
participar en esa boda? Ese es el plan de Dios al revelarnos a su hijo. Cristo
viene pronto a buscar a su iglesia, viene a tomarse
a sí mismo, para llevarnos a la casa del
banquete y amarnos por la eternidad
"Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis." Juan 14:3
"Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi
amado entre los jóvenes;
bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto
fue dulce a mi paladar. Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor." Cantares 2:3-4
Que Dios te bendiga,
puedes escuchar/descargar este mensaje a continuación. Esperamos que seas esa
iglesia, esa novia y que guardes tu vida en pureza y en santidad para la gloria
de Dios.
Antonio Esteban
Mansilla